Aunque la naturaleza determina los quilates (peso), color y claridad de un diamante en bruto, el hombre es responsable de su belleza final. El pulido y tallado de un diamante requiere maestría, precisión y una habilidad especial para desvelar el fuego de su corazón.

En un diamante tallado con precisión, la luz penetra y es reflejada internamente entre las múltiples facetas para atravesar la superficie del diamante centellando en un fuego de brillantez.

La talla también se refiere a la forma de un diamante, como Brillante, Princesa, Marquesa, talla Esmeralda, Pera, Oval y el diamante romántico en forma de corazón. La talla que usted prefiera es cuestión de su gusto personal. Pruébese varias tallas y reconocerá la que más armonice con su personalidad.

Nosotros acompañamos a su diamante en el viaje desde el corazón de la Tierra para revelar su extraordinaria belleza a través de nuestras manos artesanas, hasta que resulte en una pieza de belleza única y diseñada especialmente para usted.

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